viernes, 22 de agosto de 2008

SAN LA MUERTE


HISTORIA

En los Esteros del Ibera se cuenta otra leyenda, o como dije, otra parte de una misma leyenda que forma la historia de este Santito: Cuentan los lugareños, que en la región, hace unos 1500 años aproximadamente, había una prisión en donde estaban albergados los leprosos. A estos, por miedo al contagio, los tenían apartados de los demás reclusos, en una edificación alejada. En el pueblo existía una “Payé” (médico brujo), unos dicen que fue un monje Franciscano o un monje Jesuita que cuando Carlos III de España los expulsó de la región, se quedó en el lugar para ayudar a los indígenas. Este Payé era conocido por su poder de curación, a través de la administración de yuyos, brebajes, curaciones “de palabra” y oraciones, la administración de una “agua curativa “, su gran amor al prójimo, el cual abarcaba también a los leprosos cuando éste se adentraba en sus celdas para ofrecerla agua a los enfermos en la culminación de sus vidas por medio de la enfermedad.

Este monje era poco para toda la comunidad. Sus tareas se debían multiplicar para dar auxilio a todos los que requerían de su ayuda para curar males del cuerpo como así también males espirituales, o bien sacarle “algún daño” a una persona que había sido víctima de algún “ojeo”. El Payé se hacía su tiempo para correrse hasta la orilla del río (o laguna), sentarse bajo algún árbol frondoso, ponerse en cuclillas, y meditar mirando correr el agua.

Todo seguía igual con la monotonía de siempre, ayudaban a las personas del poblado y de los que venían de la selva; llevando el agua para calmar la sed de los enfermos en el leprosario; tomándose el tiempo para descansar su delgado cuerpo a la sombra de un árbol en la orilla del rió. Hasta que, llegaron al lugar nuevamente los sacerdotes cristianos, que volvían a retomar la empresa comenzada por los misioneros.

Los sacerdotes al enterarse se de la presencia del Payé, confabulan con las autoridades y hacen poner preso a este, y lo encierran en una celda con los leprosos. El Payé, sin oponer resistencia se deja conducir, que lo encierren. Pero en protesta hace ayuno y de pie. Apoyado en un callado (bastón largo que utilizan los pastores o los viajeros para ayudarse a caminar), de pie, hasta que la muerte le llega en un momento. Nadie se había dado cuenta de su muerte hasta luego de un tiempo prolongado cuando abren la puerta de su celda y lo encuentran muerto, de pie con su túnica negra, apoyado en el callado (que tenia forma de L invertida) sus carnes consumidas, era solo su esqueleto cubierto por la piel.

El apodo de Señor La Muerte puede venir, por que Payé se ocupaba de las personas que tenían lepra, (que en esa época no tenia cura, era una sentencia de muerte segura)

Hay dos tipos de culto, uno personal y el otro público. Si es personal le rezan sus oraciones al santo los días martes y viernes.

Cuando el santo es de culto público, este tiene su altar en un lugar de la casa o en un ambiente o cuarto destinado para él solo. Su altar siempre esta adornado por claveles rojos que le dejan las personas que le piden favores.

A San La Muerte, cuando le hacen algún pedido, le prometen todo tipo d regalos y se le traen una vez realizados éstos. Se dice que cuando una persona le prometió una ofrenda y una vez que el santito le haya cumplido la gracia, no le cumple lo prometido el santo le quita el favor que le hizo o le quita algo de lo que la persona quiere.

Por eso es importante que cuando se le hacen pedidos de favores, tener presente si se puede cumplir con lo prometido y después de cumplido el pedido, llevarle o cumplir con la promesa.

Cuando el “santito” es para uso de una casa, y se tiene para que le abra los caminos; proteger a los integrantes de una familia; para proteger la vivienda de posibles ladrones; o del “ojeo” malintencionado de otras personas, basta simplemente tener una imagen de San La Muerte vestido con un manto negro sobre un paño de color blanco.

La fecha de veneración en donde los “prometeros” le rinden culto es el dia 15 de agosto.

Volviendo a lo popular, originario del litoral argentino, a San La Muerte se le ofrecen flores silvestres o claveles rojos (7).Los pedidos se le hacen una vez que cae el sol o sea alrededor hasta antes de las doce de la noche.

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